Era casi la medianoche del viernes cerca del centro de la ciudad. Ella sabía que el transporte terminaba a la 1 am ... sólo que jamás lo había utilizado a esa hora y no tenía en cuenta eso. Ella tenía que ir al sur desde antes, pero se le fue el tiempo con su acompañante. Ambos esperaban a ese "último transporte" mientras bromeaban y hablaban de nada. Entre ese par había demasiada química, era una electricidad impresionante. Se entendían como si conocieran cada centímetro de toda su vida.

-Vamos a otro lugar
-A dónde? - contestó ella
-A otro lugar, otro lado...

Ella sabía lo que pasaría. Sabía a que iría, y a pesar de que se prometió no hacerlo, accedió sin pensarlo.

Se dirigieron hacia otro lugar sin pensar en lo que pasaría a la mañana siguiente. Tomaron otra dirección, contraria a la que ella quería.

Llegaron en la madrugada. No les interesaba la hora, el lugar... sólo les interesaba reencontrarse y tocar el cuerpo del otro. Tenían que hacerlo... había una atracción que ya no se podía negar ni resistirse más. A pesar de ser este y oeste, no podían esperar a ser uno en esa rosa de los vientos. Poco a poco recordaron las curvas, las cicatrices, las direcciones y marcas de cada quien. No eran pareja, más se conocían como si lo fueran. Estaban extásicos ante la situación, lo que sentían era una sed que necesitaban saciar.

-No puedo creer que me hayas traído aquí - dijo ella cuando reaccionó de donde se encontraba
- Con lo poco que te gusta esta parte de la ciudad, verdad?


Eran las 7:30 am y ella sentía como si hubiese dormido días y días. Miró por la ventana recordando lo que había pasado y sonrió. Despertó en el este.



Soñó: Alexis Grlscz