Volar


Una de las cosas que el hombre busca desde tiempos remotos. Desde hace mucho tiempo, el hombre ha admirado cómo las aves levantan el vuelo y pueden desafiar todas las dificultades en el aire.

Los hermanos Wright lograron que el hombre pudiera volar en 1903. Ese fue el primer vuelo, en un aeroplano, que ahora sus piezas son consideradas rudimentarias. Ellos pudieron volar sólo unos segundos. Actualmente podemos volar horas y horas en un vuelo trasatlántico. Cruzar países, pasar por encima de mares, volcanes, montañas y ciudades. Todo en unos minutos. 400 km se pueden recorrer en sólo 45 min.

Pero el hombre siempre ha querido volar por sí mismo. Sin usar máquinas, aviones o helicópteros. Tener alas. Alas grandes que le permitan emprender el vuelo, que le permitan volar como las aves.

¿Y qué si sí tuvieramos alas? ¿De qué color serían? ¿Qué tamaño? O más bien, ¿qué tipo de alas tendríamos? Alas de ángel? Alas de ave? Alas mecánicas, acaso? O alas como las de los dragones?

¿Alguna vez has querido volar? ¿Alguna vez has sentido esa necesidad de volar?

Volar, volar. Cuando vas en la calle o estás en casa y necesitas sacar esas alas escondidas en tu espalda, extenderlas, y despegar del suelo para olvidarte de tus problemas. Dejarte llevar por la corriente de aire y volar.

Todos tenemos alas. Podemos volar, usando todo nuestro empeño, podemos destacar en lo que queramos y estar por encima de los demás, volando.

Descubre tus alas, extiéndelas y vuela.

Crecimiento

Sonando: Where is the love?

Curiosamente, cada cierto periodo de tiempo, me pasa que mi cerebro comienza a trabajar demasiado rápido y analizo todo, uno ideas, conjunto, y logró llegar a una conclusión que suele dejarme pensando mucho tiempo. Muchas veces no me deja dormir. Unos le dicen "el 20"

La última vez que me pasó eso fue cuando decidí dejar una pequeña depresión y seguí adelante con todo.

El otro día, al entrar a una clase de la fac. me sentí como si me trasladaran a la prepa y a secundaria. Ese ambiente tenso, esa sensación de tener que cubrirte la espalda porque te pueden apuñalar, esas apariencias...

Hace 3 años comencé la carrera, hace 3 años tenia una idea; ahora, digamos que esa idea se volvió difusa y tomó otra forma. Hace 3 años la vida era ligeramente más simple y sólo me preocupaba el hecho de haber entrado a una universidad, de si mis amigos estarían cerca, si el vestido de graduación que compré no sale repetido en la graduación... cosas vanales.

Mientras más hemos avanzado, más me doy cuenta, que estamos saliendo de esa burbujita y nos lanzamos al mundo real.

Los años pasan, y pesan en ocasiones. No es lo mismo, siempre hay un cambio, muchos días extraños.. muchos días diferentes, otros no tan buenos. El tiempo es algo tan subjetivo, intangible e impredecible.

Hoy cumplo 21 años.

Esto es ser mujer!!

Las vacaciones están por llegar a su fin. Fácilmente podría decir que son las mejores de mi vida, ya luego contaré por qué. Sin embargo, hoy, día en q estoy disfrutando d mis últimos días de vacaciones, acabo de leer un mail precioso. Machismo hoy? podría decir cualquiera. Pero admitamoslo: así es y al parecer no pretende cambiar. Así que hoy les muestro este texto, en dos partes para que no se haga pesado. Aquí tienen:

Elogio de la mujer brava

Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.
Por: Héctor Abad

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abro las piernas", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).

A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.

Auxilio! Carbohidratos huyen de amilasas


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