Mood: Flojera de puente
Suena: REM - Losing my religion


Hoy, mi querido stalker, he estado pensando en ti. Pensando en todo lo que pasó, en todo lo que dije, lo que no dije y lo que tendría que haber dicho. Pero ya es muy tarde. Han pasado ya dos años y estoy segura de haberte superado casi en su totalidad. Aunque fueron tiempos duros, llenos de coraje hacia mi, hacia ti y hacia las estúpidas casualidades que me hicieron conocerte, puedo ahora decirte adiós.

Hace tiempo, escribí esto. Fue un día lleno de odio, un día en el que me enteré de muchas cosas y en el que me arrepentí de otras tantas; un día en el que decidí tenía que hacer lo posible para sacarte de mi. Y mientras fui incapaz de olvidarte, mantuve esto guardado. Hoy, que soy totalmente indiferente a lo que hagas, digas, sientas o pretendas; dejo esto como una memoria de que sí: el amor puede volverse odio.


Quiero que cada uno de mis besos
te lastimen como los que un día me diste,
quiero verte sufrir, sentir amor herido,
quiero verte caer, y que yo sea la causa.

Quiero reírme de tus mentiras, esas que
alguna vez me creí; quiero verte llorar,
anhelar, reír, gritar, desesperarte,
volverte loco. Quiero hacerte sufrir.

Quiero ver dolor reflejado en tu rostro...
que cada noche recuerdes mis palabras,
mis caricias, mis susurros, mis abrazos...
que cada recuerdo te atraviese el corazón,
que cada palabra sea tu perdición...



Escribió: Florina Vasordiel